Anoche, mi amiga Bego me enseñó este vídeo que me dejó totalmente fascinada. Es un fragmento de la película De amor se vive, de Silvano Agosti, un documental filmado en 1982 y formado por una serie de entrevistas a diversas personas, entre ellas una madre, un niño, un transexual, un travesti, o una prostituta, en las cuales cada
uno de ellos explica en sus propias palabras su forma de ver la vida.
En este fragmento el entrevistado es Franck, un niño de poco más de 9 años que nos habla, con una naturalidad y sinceridad ejemplares, sobre sexualidad, sobre amor, sobre guerra, sobre drogas, sobre educación, o sobre la vida misma. En él se puede ver perfectamente lo mucho que los adultos llegan a manipular a los niños, inculcándoles unas reglas, unos prejuicios, o unos miedos innecesarios. Incluso ese ideal genérico que se tiene sobre ellos, esa imagen de inocencia, ingenuidad y fragilidad extremas, es algo inculcado por los propios adultos, una imagen a la que se les somete.
Los niños son mucho más inteligentes de lo que pensamos, y en este vídeo se puede ver lo mucho que llegamos a subestimarlos. Son personas como nosotros, tienen su propia forma de pensar, sus propios ideales, su propia visión del mundo, y su propia forma de vivir. Pocas veces se les escucha y se les toma en serio, pero pueden llegar a ser mejores que cualquier adulto, y este vídeo lo demuestra.
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