Reseña: Sora o Daite Oyasumi, de Kyuugou

Sora o Daite Oyasumi es uno de los mejores mangas que he leído nunca dentro del género yaoi. Aunque forme parte de este género, es muy diferente a lo que suelen mostrar en él. Realmente, pienso que entra más dentro del género psicológico que del propio yaoi en sí (sólo está clasificado como tal por tratar el tema de las relaciones entre hombres, pero si las relaciones fueran heterosexuales de seguro que sería seinen o josei). El caso es que después de leerlo, pasó a convertirse en mi manga yaoi favorito, a pesar de tener tan pocos capítulos y seguir abierto. Hacía ya tiempo que quería reseñarlo, así que aprovecharé para hacerlo ahora que me lo he releído por enésima vez XD

Sora o Daite Oyasumi (en español, Abraza el Cielo y Duerme) es un manga de temática yaoi (centrado en relaciones entre hombres) escrito e ilustrado por Kyuugou, quizá más conocida por ser la autora de Acid Town, su manga más largo. Empezó a publicarse en Japón durante el año 2009 en la revista Craft, y actualmente sigue abierto con sólo 9 capítulos publicados. Por desgracia, parece que la obra se encuentra actualmente en una especie de hiatus, porque la autora lleva ya por lo menos medio año sin publicar nuevo capítulo, dejándolo parado en el momento más intenso de la historia (sí, esta mujer es así de sádica, disfruta con el sufrimiento de sus fans). El manga rompe totalmente con todo lo que nos suele mostrar este género, tiene un enfoque mucho más maduro y adulto que la mayoría de ellos, y como ya he dicho, se centra más en la psicología de los personajes que en el propio yaoi (contiene bastantes escenas de sexo explícito, pero la mayoría están ahí para enfatizar lo que sienten los personajes. No son gratuitas, y tampoco demasiado agradables, son más bien... angustiosas o agobiantes, representan muy bien ese vacío o sensación opresora que sienten los personajes).

La historia se desarrolla en un instituto de secundaria japonés, donde se rumorea que la azotea del edificio sur está habitada por los fantasmas de unos gemelos que se suicidaron hace tres años, lanzándose al vacío desde allí. Shuji Yashiro, un estudiante de tercer año perteneciente al club de fotografía, decide subir a dicha azotea para realizar unas fotografías para el festival de la escuela, y queda soprendido al encontrarse allí con Roku Ichinose, un compañero de clase bastante popular que siempre ha considerado perteneciente a un mundo completamente diferente al suyo. Shuji queda prendando de la misteriosa aura que envuelve tanto a la azotea como al chico, y decide sacarle unas fotos. Al día siguiente, organizando un antiguo material del club, Shuji se encuentra con una chocante fotografía de unos gemelos que despierta aun más su interés hacia el misterioso mundo de Roku...

Esta sinopsis sólo engloba el inicio del manga, y aunque a primera vista pueda parecer una simple historia de instituto sin más, lo cierto es que acaba siendo muchísimo más que eso. Yo empecé a leerla por ser de la maravillosa Kyuugou, de la cuál ya había leído antes Acid Town y Bokura ni Matsuwaru etc, y ambos me habían encantado. Pero la verdad es que la primera vez que leí Sora o Daite Oyasumi, el primer capítulo no me entusiasmó demasiado... Exceptuando el tema de los gemelos (que era lo que realmente me atraía de la historia), parecía que iba a ser el típico yaoi de instituto entre los típicos chico torpe de gafas y chico atractivo y popular... Qué equivocada estaba. Contra más capítulos leía, más interesante se iba poniendo la historia, y al final, lo que parecía ser un explotado argumento de instituto fue únicamente una pequeña puerta hacia unas de las historias más oscuras y deprimentes que he leído nunca, y no sólo dentro de este género.

La historia comienza situándonos en el presente, presentándonos a unos personajes y escenarios muy marcados por lo sucedido en el pasado, del cuál aun siguen quedando muchos restos, a pesar de haber ocurrido tres años atrás. Al principio este pasado tiene forma de puzzle, y poco a poco nos van presentando pequeños fragmentos con los que intentar descifrarlo, hasta llegar al esperado flashback, que nos resolverá todo lo ocurrido en él, explicándonos cada detalle en profundidad. Podría decirse que el manga está dividido en dos partes: presente y pasado.

En mi opinión, los cuatro primeros capítulos son sólo un entrante, ya que realmente, el plato principal es el flashback: Es a partir de ahí donde encontramos la verdadera trama que hace que sea un manga tan único, donde encontramos los temas realmente interesantes que trata la historia, y donde la obra resplandece de verdad. Aunque, si bien esos primeros capítulos pueden parecer algo planos en su primera lectura, la verdad es que adquieren todo el sentido y profundidad en su segunda lectura, después de conocer toda la historia de fondo. Yo los disfruté mucho más después de leerlos por segunda vez, ya que entendí muchas más cosas y les encontré más sentido del que parecía que tenían en un principio, sobre todo en lo que al comportamiento de Roku se refiere.

El manga mezcla los géneros psicológico, drama, tragedia y yaoi, y me parece brutal la forma en la que trata el primero, sobre todo en lo que a Roku y Kei se refiere. Es impresionante lo bien que nos transmite todo lo que sienten estos dos personajes, además de cómo se desarrollan a lo largo de la historia y cómo van cambiando, para bien o para mal. Me parece una pasada cómo relata los sentimientos de Kei y lo complicados que resultan para él, además de cómo consigue transmitirnos todo ese dolor y vacío que siente, siendo imposible no sentir empatía por él y compadecerle por su trágico destino, aun sabiendo que muchas de las cosas que hace no son correctas. También me parece brutal cómo nos narra el trauma y posterior autocastigo de Roku, cómo relata el trastorno por estrés postraumático que sufre y todo el dolor y culpa que siente. Ambos muestran un estado realmente profundo y trágico, a la vez que humano y totalmente realista.

A lo largo de la historia, veremos cómo el manga trata temas tales como suicidio, gemelos, muertes de familiares, trastornos mentales, soledad, fobias, incesto y tabús sociales, entre otros. Todos ellos están tratados de forma muy realista, pero a mí me encantó especialmente el de los tabús sociales que envuelve a Kei. Hasta ahora nunca había leído ninguna historia que tratara ese tema tan bien, de forma tan realista y cruda. Realmente, este manga hizo que me diera cuenta de lo estúpidos y absurdos que llegan a ser todos esos tabús sociales, sobre todo el que trata esta historia. Como Kei se preguntó en un tramo del manga, "¿Quién fue el que decidió que eso 'está mal'?" (frase que, además, me parte el alma... y a quién después de haber leído la historia no le pase lo mismo, es que no tiene).

Es un poco difícil concretar quién es el protagonista de la historia, quizá en un principio pueda parecer que lo sea Shuji, pero yo no lo considero para nada como tal... Puede que nos muestre la historia desde su punto de vista en un principio, pero la trama principal no recae sobre él. Quizá podría decirse que el protagonista principal es Roku, aunque mayormente lo veamos reflejado a través de los ojos del resto de personajes, especialmente de Shuji, narrador del presente, y Kei, narrador del pasado (claro que también hay escenas narradas desde su propio punto de vista). Eso sí, Los personajes mejor formados son sin duda Roku y Kei, en especial este último, que para mí es sin duda unos de los personajes mejor escritos y profundizados que ha salido nunca de un manga yaoi.

Quizá lo único que puedo reprochar del manga es el personaje de Shuji... A mí personalmente no me gustó demasiado, lo encuentro demasiado plano y cliché, y tampoco tiene demasiada personalidad, el resto de personajes me resultan mucho más interesantes (incluido el idiota de Kousei XD). Claro que, es bastante injusto juzgarlo así, porque tampoco ha podido desarrollarse demasiado todavía... Habrá que esperar al resto de capítulos para poder dar una opinión justa sobre él.

En cuanto a la parte artística, el estilo de dibujo de Kyuugou siempre me ha encantado, me parece muy personal y mucho más serio y realista de lo que se suele encontrar dentro de este género. Tiene un aire algo minimalista, muy limpio, con pocas tramas y líneas finas. Los personajes están bastante bien proporcionados y son diferentes entre sí, todos ellos con su propia personalidad y características (además, aunque sean adolescentes no parecen niñas de 5 años, aparentan la edad y sexo que les corresponde, algo que se agradece y mucho XD). Puede que los fondos sean algo simples y estén poco detallados, pero realmente, lo que de verdad importa en este manga son los personajes, sin duda su punto fuerte. Me parece realmente fantástica a la hora de ilustrar a los personajes y retratar sus expresiones faciales, consigue transmitirte todas las emociones que sienten a la perfección en todo momento, sobre todo las de angustia, desesperación, rabia o tristeza.

Sinceramente, esta es una de las historias más trágicas, deprimentes y profundas que he leído nunca. Cualquiera que haya leído algo de Kyuugou sabrá que esta mujer es la reina del angst y el drama en lo que al género yaoi se refiere. La gran mayoría de sus obras tienen un punto dramático, en mayor o menor medida, y muchas veces la lectura de sus mangas se convierte en algo bastante doloroso. Aun así, todas ellas tienen una pequeña luz de esperanza, incluso Acid Town, que es quizá su obra más oscura... pero en Sora o Daite Oyasumi no hay ni rastro de ella. Sus personajes están totalmente destrozados, en una trágica situación sin ningún tipo de vía de escape (sobre todo en lo que al flashback se refiere). Realmente no lo veo acabando con un final que no sea igual de trágico que el resto de la historia... pero quién sabe. El caso es que leer Sora o Daite Oyasumi duele, duele mucho.

Si os gustan las historias psicológicas y además buscáis un yaoi diferente al resto, trágico, profundo, y con un enfoque más bien adulto, os encantará. El inicio puede parecer algo flojo al principio, pero dadle una oportunidad, por lo menos hasta llegar al flashback que comienza en el capítulo 5 (que es donde a mí personalmente me enamoró por completo), porque de verdad que vale la pena.