Receta: Charlotte Royale

Hoy es el cumpleaños de mi madre y he decidido hacerle mi tarta favorita como regalo, la Charlotte Royale. Hace tiempo que quería hacer una sección de recetas en el blog, y la verdad es que esta es la ocasión perfecta para inaugurarla. A partir de ahora intentaré ir subiendo las recetas de pasteles y dulces que vaya haciendo también :)

La tarta Charlotte Royale tuvo su origen en Gran Bretaña, probablemente durante el siglo XVIII. Se llama así, o eso se cree, porque estaba dedicada a la reina Carlota (Charlotte) de Inglaterra, esposa del rey Jorge III. En aquellos días la tarta se preparaba al horno y estaba rellena de compota de manzana y cubierta con pan rallado; no fue hasta que el legendario chef francés Antonin Carême se hizo con ella y la renovó que se convirtió en la tarta rellena de crema sin cocción que es hoy día. Aunque como realizó varias versiones (Charlotte russe, Charlotte à la parisienne...) no se sabe realmente cuándo y donde se creó la Charlotte Royale, pero se dice que fue no mucho más tarde, en Francia.

Aunque su preparación es lenta y bastante costosa (tardé más de una tarde entera en prepararla), os puedo asegurar que todo el tiempo empleado vale la pena, porque está realmente deliciosa, y visualmente es la tarta más bella y original que he visto nunca <3

INGREDIENTES (8-10 personas)

Bizcocho

• 120g de azúcar 
• 1 cucharita de azúcar vainilla 
• 4 yemas de huevo
• 4 claras de huevo 
• 80g de harina 
• 1 cucharadita de levadura 
• 5 cucharadas soperas de mermelada (puede ser de lo que queráis, frambuesa, fresa, arándanos, albaricoque... yo le suelo poner mi favorita, arándanos).

Crema Bávara (Bavarian Cream) 

• 6 hojas de gelatina neutra
• 1 vaina de vainilla o 1 cucharada de esencia de vainilla (podéis elegir lo que prefiráis, yo suelo utilizar esencia porque las vainas se me salen del presupuesto XD)
• 330ml de leche 
• 330ml de nata para montar 
• 120g de azúcar 
• 5 yemas de huevo 

PREPARACIÓN

El bizcocho 

1. Separar las claras de las yemas, reservar las claras y batir las yemas con 20g de azúcar y el azúcar vainilla hasta obtener una crema blanca.


2. Precalentar el horno a 200º. Batir las claras con el azúcar restante a punto de nieve y añadirlas a la crema de yemas. Tamizar y añadir la harina con la levadura. Mezclar hasta que quede una mezcla homogénea.


3. Forrar una bandeja de horno con papel vegetal y extender la masa del bizcocho. Hornear el bizcocho a 200º durante 15 minutos.


4. Cuando el bizcocho ya esté cocido, dejar enfriar y retirar el papel vegetal. Cubrirlo con la mermelada y formar un rollo. Reservar.

El relleno

1. Calentar en un cazo la leche con la vaina de vainilla (hay que cortarla por la mitad, rascar el contenido, y añadirlo todo) o la esencia. Cuando hierva dejar enfriar un poco y retirar la vaina (si quedan restos demasiado pequeños, podéis colarla).


2. Poner las hojas de gelatina en remojo durante unos minutos, hasta que se ablande. 


3. Batir las yemas con el azúcar hasta formar una crema blanca y verterlas en el cazo con la leche avainillada. Calentar la crema sin dejar de remover hasta que se espese sin llegar a ebullición, en ese momento retirar del fuego y volcar en un recipiente.


4. Escurrir la gelatina y añadirla a la crema, removiendo. Dejar enfriar hasta que empiece a ponerse espesa (tiene que quedar un espesor parecido al de unas natillas, cuando se enfríe un poco podéis meterla en la nevera un rato para acelerar el proceso).


5. Mientras la crema se enfría, engrasar un molde redondo (muy importante que tenga la base plana, sin desniveles, y contra más alto mejor) con un poco de aceite y forrar con film de plástico. Cortar el rollo de bizcocho que habíamos reservado previamente en rodajas de 1 cm y forrar el recipiente desde la base hasta el borde con dichas rodajas. Reservar.


6. Batir la nata (es muy importante que esté bien fría) y una vez montada, añadir a la crema de yemas y leche avainillada que ha empezado a cuajar. Mezclar hasta obtener una crema homogénea y añadirla con cuidado al recipiente forrado de bizcocho.


7. Tapar con film de plástico y guardar por lo menos 6 horas en la nevera.


8. Justo antes de servir, cortar los bordes de bizocho que sobresalgan de la crema, volcar la Charlotte Royale en un plato grande y retirar el film de plástico.


9. Puede pintarse con mermelada de albaricoque o almíbar y decorarse con nata montada, merengue, frosting de queso, buttercream, o crema chantilly.